Los robots bípedos molan mucho pero por su propio diseño tienden a ser inestables. En la Universidad de Guangdong de China, unos científicos tuvieron la genial idea de experimentar con un nuevo sistema poniendo unas potentes turbinas en los pies del robot. De esta manera cuando algún pie no encuentra nada debajo suyo, se activan y estabilizan el robot. Además, si continúan mejorando el sistema, quizás pueda incluso despegar del suelo y volar a lo loco, quién sabe!