Hubo una época en la que los pinballs eran la élite de los juegos recreativos. Eran máquinas con forma de mesa alargada que producían todo un espectáculo de luces, sonidos y colores. Desde eso han pasado ya muchos años y hoy son bastante difíciles de encontrar (por lo menos en buenas condiciones) y son casi una pieza de coleccionista. Pero siempre queda la opción de acerse uno casero, tal y como lo hizo Bob Blomquist utilizando como controlador principal una placa Arduino. Es una auténtica locura de cableado y mecánicamente puede ser un infierno, así que antes de plantearte montar uno, piénsatelo dos veces. Ahora bien, si tienes uno de estos en tu salón, serás el amo de la fiesta ante tus amigos, ¡garantizado!
Enlace: Memoria del proyecto (hackster.io)