El reto está en la pantalla del televisor. Y la victoria no está en la cantidad de canales que se pueden ver. La auténtica revolución de la TDT es llevar al hogar todos los servicios que muchos ciudadanos no están interesados o no saben consultar en su ordenador. El mando a distancia es un instrumento familiar para ellos y les acercará a las mismas prestaciones que ya están disponibles a través de Internet.
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Enviado por Mallo via banquia