El Rover Curiosity ya lleva 13 años paseando por las tierras del planeta Marte y ya no es un robot precisamente nuevo. La gente de la NASA lo sabe y lo cuida muy bien ya que en caso de error grave como que se caiga por un barranco por ejemplo, no es posible encontrar repuestos o alguna gasolinera (o plutolinera) cercana. Al primer fallo, se acabó. Además, aunque sea un vehículo teledirigido, no se puede simplemente pulsar un botón y ver como avanza ya que debido a la distancia entre la tierra y marte, hay un desfase de entre 4 y 25 minutos en las comunicaciones. Cada movimiento es perfectamente planificado y en la NASA lo hacen con un hermano gemelo en tierra.