Los asiáticos están a todo y esto es un perfecto ejemplo de ello. Se trata ni más ni menos que un octocopter completamente casero pero a tamaño real y que es capaz de levantar una persona dentro de un pequeño habitáculo. Utiliza ocho motores de combustión interna y unas latas de coca-cola como depósitos de combustible. Lamentablemente no hay mucha información acerca de los detalles técnicos, pero por lo que se puede apreciar en el vídeo, el control y estabilización de los motores es completamente manual mediante unas palancas que mueve el piloto. Si ya de por sí es difícil controlar de forma fiable los motores de combustión interna, más difícil aún es intentar hacer volar este tipo de aparato sin ningún tipo de control de estabilización electrónico. En cualquier caso, este hombre tiene mucho mérito.
No os perdais el video que os lo aseguro, no tiene desperdicio...
via diydrones